Mi primera actividad como Voluntario
El sábado 20 de marzo tuve el privilegio de ser parte de la actividad promovida por Fundación MAPFRE dirigida para los niños y niñas que hacen parte del Centro Comunitario La Comuna.
Por ser mi primera vez como Voluntario, tenía muchas expectativas y estaba lleno de emoción de poder hacer parte de este espacio. Era todo un reto para mí lograr transmitir mi emoción y energía a través de la cámara de la computadora y lograr que los niños pudieran recibirla “tal cual” a través de sus computadoras o teléfonos en sus casas.
Contamos con la participación de más de 20 niños y niñas de diferentes edades. Desde muñecos y muñecas que apenas podían hablar (sin que eso fuera un problema para entenderles), hasta otros príncipes y princesas que, llenos de energía, siempre estuvieron muy pendientes de participar, aportar y jugar; todos en común con inmensas ganas de divertirse.
Bajo la guía de los voluntarios experimentados de Fundación MAPFRE (de quienes espero aprender mucho) todos los participantes de la actividad: chiquillos, chiquillas, voluntarios/as, organizadores, interventora, etc., poco a poco fuimos sumergiéndonos en varios juegos y dinámicas en equipo, que dejaron ver siempre el ímpetu de todos los niños, su espíritu altamente competitivo, su capacidad de hacer equipo y -por supuesto- su disposición genuina de integrarse y ofrecer siempre su mejor cara y actitud.
Las risas, las ganas de ganar, el respeto, el cariño, la inocencia, la ternura, incluso las lágrimas de emoción, fueron testigos durante más de dos horas de este bonito momento en el que logramos llevarnos virtualmente a los pequeños en un viaje corto a un cyber-sábado muy diferente -o al menos un poco entretenido- de los últimos que han tenido recientemente.
Al final de la jornada, los niños y niños se fueron muy felices; todos también muy agradecidos con Fundación MAPFRE no solo por el regalo que les hará llegar a todos prontamente, sino por la oportunidad de, desde la distancia, continuar compartiendo en familia con la gran comunidad del Centro Comunitario La Comuna.
Como voluntario, me llevo en el corazón este momento tan lleno de sonrisas y me llevo unas ganas inmensas de seguir haciendo equipo con Fundación MAPFRE para que juntos sigamos viviendo esta experiencia de aportar un grano de arena en el crecimiento de la niñez del país.