Voluntariado en familia
En estos días tuve la oportunidad de visitar junto con mi familia la Barranca de Tarango para realizar una tarea de voluntariado junto con mis compañeros y amigos Voluntarios de Fundación MAPFRE. Nos la pasamos aprendiendo mucho acerca de ecosistemas sostenibles, acción social, reciclaje, medio ambiente, y aportamos nuestro granito de arena ayudando a repoblar un área natural mutilada por el impacto de los incendios y el deterioro urbano. La verdad es que para mí ha sido una experiencia increíble, por la que personalmente hubiera incluso pagado y de la que me gustaría destacar lo siguiente:
Lo primero la importancia de ir recobrando nuestras vidas y el contacto con nuestros espacios naturales, a veces tan injustamente castigados, con los que tenemos que ir aprendiendo a reconciliarnos si queremos un futuro mejor para nuestro querido México y para nuestros hijos. Es increíble ver cómo la vida se abre camino entre tanta dificultad y cómo una pequeña acción puede cambiar tanto en tan poco tiempo.
Lo segundo la convivencia con los Voluntarios de Fundación MAPFRE; todos y todas personas increíbles que junto con sus familias aprovechan cualquier oportunidad por darlo todo a cambio de una sonrisa, un abrazo o, en este caso, el orgullo de haber ayudado a recuperar la esperanza de futuro en uno de los últimos grandes espacios vegetales de nuestra ciudad. De verdad que fue emocionante ver a todos, “rodilla en tierra”, poniendo todo el empeño en esa tarea.
En fin…sólo puedo dar las gracias de corazón y esperar que pronto nos podamos ver de nuevo en alguna actividad presencial, para seguir aprendiendo mucho del humanismo y la solidaridad de este increíble equipo del que me enorgullezco de formar parte. ¡GRACIAS!