Educación Financiera

Errores al planificar tu jubilación

Si quieres elegir cómo será tu jubilación y no que ella decida por ti, hay errores que debes evitar y se que repiten la mayoría de las veces.

Pensamos en la jubilación como el premio a toda una vida de trabajo. Es el momento de disfrutar de tiempo libre y de calidad para tus aficiones, estar con la familia o viajar.

Para que efectivamente sea así, es necesario cierto grado de planificación. Es ahí donde fallan la mayoría de mexicanos. Damos por hecho que disfrutaremos de una jubilación dorada pase lo que pase. La realidad es que no tiene por qué ser así.

Si quieres elegir cómo será tu jubilación y no que ella decida por ti, hay cinco errores que debes evitar. Son los fallos al planificar la jubilación que repiten la mayoría de mexicanos ¡Vamos a verlos!

Pensar que con la pensión pública será suficiente

¿Hasta dónde crees que llega la pensión pública? A partir del 1 de julio de 1997, la ley mexicana cambio en el sistema de pensiones, el requisito para pensionarse pasó de 500 semanas de cotización, a 1250 semana, aumento más del doble. Esta es la ley que actualmente rige a todos los trabajadores mexicanos que comenzaron a cotizar a partir de la fecha anterior. Convirtiéndose ahora, en laborar 25 años mínimo para poder cumplir con el requisito de semanas cotizadas para poder pensionarse, en vez de 10 años como antes. 

Por eso mismo, la pregunta no es hasta dónde llega la pensión pública, sino hasta dónde llegará. El debate sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones público no es nuevo y forma parte de la agenda política.

Más allá de la certeza de los informes que dudan de su futuro, si te confías de la pensión pública, tus ingresos durante la jubilación no dependerán de ti, sino de cómo evolucione esa pensión. ¿La solución? Buscar un complemento para esa pensión pública que sirve como colchón de seguridad.

Pensar en la jubilación cuando sólo quedan unos años

Retrasar el ahorro para la jubilación es el segundo error más repetido que se traduce en empezar a planificar el retiro demasiado tarde.

Cuando se trata de ahorrar para el futuro, cuanto antes empieces, mejor. El tiempo es el mayor aliado del ahorrador particular.

¿Cuándo es el mejor momento para empezar a ahorrar? Con tu primer salario y si todavía no ahorras, ahora. En este artículo puedes ver cómo empezar en menos de 10 minutos.

La diferencia entre empezar tarde o hacerlo pronto es enorme. Imagina que empiezas a ahorrar 1000 pesos al mes a los 25 años. Cuando te jubiles a los 65 años tendrás 480,000 pesos sólo en ahorros.

La fuerza del interés compuesto y unida al tiempo de ahorro e inversión traerá consigo un ahorro sólido.

Pensar a corto plazo con tu ahorro para la jubilación (largo plazo)

¿Cuánto tiempo te queda hasta jubilarte? Si has sido capaz de evitar el error anterior en mayor o menor medida, todavía tendrás cerca de 20 años hasta el momento de la jubilación.

Uno de los errores más repetidos al planificar la jubilación es no tener en cuenta ese horizonte temporal e invertir como si lo hicieras a corto plazo. El resultado son inversiones demasiado conservadoras cuando a largo plazo el foco de la inversión debería ser obtener rentabilidad, por lo menos durante los primeros años.

Una de las máximas de la inversión es que existe una relación directa entre el riesgo que asumes y la rentabilidad que puedes esperar obtener. A mayor riesgo, más beneficios potenciales. Si eres demasiado conservador, tu rentabilidad será limitada y tendrás que aportar más dinero de tu bolsa para lograr tus objetivos de ahorro.

En números y siguiendo con el ejemplo anterior de un ahorro mensual $2,200, si en lugar de un 2% de rentabilidad obtienes un 3%, al cabo de 40 años sumarías  2,050,312 pesos casi  $ 440,000 más aportando de tu cuenta la misma cantidad.

¿Y si vas más allá? Esto es lo que pasaría:

2%
3%
4%
5%

Aportaciones

$1,056,000

$1,056,000

$1,056,000

$1,056,000

Intereses generados

570,504

994,312

1,553,024

2,292,576

Total

1,626,504

2,050,312

2,609,024

3,348,576

Tampoco se trata de arriesgarlo todo, pero debes tener claro qué conseguirás en cada caso. Al final, el tiempo reduce la volatilidad en las inversiones y, además, si tienes tiempo por delante, podrás enmendar posibles errores.

No saber lo que necesitas y subestimar tus gastos

Uno de los errores típicos al planificar la jubilación es no tener claro cuánto dinero necesitas ahorrar para tener el retiro con el que sueñas.

Es habitual pensar que tus gastos serán más o menos los mismos que ahora o menores si, por ejemplo, ya terminaste de pagar la casa. El problema es que tu estilo de vida no será el mismo, y tampoco tu salud.

Es cierto que puedes tener la casa pagada y que gastarás menos en transporte si no tienes que ir a trabajar. A cambio, también tendrás más tiempo libre que puedes querer invertir en viajes y viajar no es barato, o en ocio y tiempo de calidad. Piensa qué vas a querer hacer con tanto tiempo libre y averigua el costo de tu elección.

Algo parecido ocurre con tu salud y los costos de mantenimiento. Tendemos a pensar en la jubilación con 65 años, pero afortunadamente, una vez te jubiles seguirás cumpliendo años. Adelantar lo que puedes gastar a los 65 es relativamente fácil, pero hacerlo cuando tengas 85 años es más complicado. Piensa que puedes necesitar hacer reformas en el hogar para adaptar tu casa a diferentes situaciones de movilidad reducida, o que puedes necesitar una persona que te atienda durante el día e incluso la noche o pagar una residencia.

Todos estos son gastos que debes tener en cuenta a la hora de planificar tu jubilación y saber cuánto dinero necesitarás de verdad si no quieres depender de las ayudas del estado.

No tener un plan que funcione de forma automática

El último error que comete la mayoría de personas es el mismo que les impide ahorrar: no cuentan con un plan y, si lo tienen, no funciona de forma automática.

Cuando el ahorro o tu jubilación dependen de tu fuerza de voluntad y de acciones que debes llevar a cabo cada mes durante toda tu vida, es fácil que se venga abajo en algún momento y que no se vuelva a reactivar. Un ejemplo sería la llegada de un hijo.

La clave para evitarlo es crear un sistema y un plan que funcionen de forma automática. Muchos de los productos para la jubilación permiten realizar aportaciones periódicas de forma que no te tengas que preocupar de ahorrar o invertir cada mes o cada año.