Previsión Social Complementaria Privada
La Previsión Complementaria corresponde con el tercer nivel de protección. Tiene carácter libre y está constituido principalmente por las entidades privadas de Previsión Social y por los Fondos de Pensiones. Su cobertura es voluntaria y la contratación es libre. El contenido de esta modalidad, está constituido básicamente por prestaciones asistenciales y económicas.
Pueden ser de carácter individual o empresarial.
Factores determinantes
La previsión complementaria permite que se pueda incrementar, a largo plazo y de forma progresiva, el ahorro privado, especialmente el destinado para la jubilación.
Esto ha hecho posible la aparición de numerosos productos que ofertan entidades especializadas en la previsión social y el ahorro.
El nacimiento de servicios destinados a la previsión se debe a diversos factores, tales como:
Factores de carácter demográfico
El envejecimiento de la población y el descenso de la tasa de natalidad han provocando que cada vez sean menos las personas que realizan aportaciones a los sistemas públicos de previsión social pero más las que cobran prestaciones y durante un mayor número de años. Este envejecimiento de la población mundial es algo que se viene percibiendo desde hace décadas: el número de personas con más de 60 años en todo el mundo se ha duplicado desde 1980, y se prevé que alcance los 2.000 millones de aquí a 2050.
Esta situación supone algo muy positivo ya que las personas de edad avanzada realizan importantes contribuciones a la sociedad. Sin embargo, estas ventajas van acompañadas de desafíos de salud especiales y por ello es importante proporcionar servicios adecuados a las nuevas necesidades.
Factores de carácter social
En los últimos años se han producido importantes cambios en los comportamientos sociales que han favorecido la aparición de prestaciones especiales. Además, las necesidades presentes en la sociedad han hecho posible la aparición de coberturas, como por ejemplo las asistenciales o de invalidez, que se atienden a través de otro tipo de prestaciones diferentes de las públicas.
En el plano laboral, la mayor participación de la mujer ha generado la necesidad de poner en marcha nuevas medidas de protección social en aquellos sistemas en los que no hay prestaciones públicas que protejan determinadas contingencias (por ejemplo, prestaciones por maternidad y de riesgo durante el embarazo) y lo mismo ha ocurrido a consecuencia del crecimiento en el número de desempleados.
Factores de carácter económico
El financiamiento del sistema de previsión público está basado en las aportaciones de los trabajadores; con ese dinero se pagan las pensiones de los jubilados y el resto de prestaciones. El problema es que la incorporación al mercado laboral se hace cada vez más tarde y además, en los últimos años ha habido un fuerte aumento de las prejubilaciones en todo el mundo.
Por ello, los economistas apuestan por un sistema de pensiones complementario y otros productos similares dispuestos a garantizar el bienestar de la sociedad y en el que participen tanto personas individuales como empresas.