Oportunidades laborales para personas con baja visión
Facilitamos su acceso al empleo y fomentamos su capacidad de llevar una vida autónoma
Acción Social
En un mundo construido en función de la capacidad de ver, la visión, el más dominante de nuestros sentidos, es esencial en cada momento de nuestra vida. Un bebé utiliza la visión para reconocer a su madre y vincularse con ella; un niño pequeño, para adquirir equilibrio y aprender a caminar; en la edad escolar, se utiliza para ir a pie a la escuela, leer y aprender; en la juventud, para participar en la fuerza de trabajo; y en la edad adulta, para mantener la independencia.
Esta afirmación, incluida en el Informe Mundial sobre la Visión, publicado por la OMS, va acompañada de datos muy reveladores: en todo el mundo, por lo menos, 2,200 millones de personas padecen deficiencia visual, y, de ellas, 1, 000 millones tienen una deficiencia visual que podría haberse evitado o que aún no se ha tratado.
En México, según los datos del Censo de Población y Vivienda 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la cifra de personas con discapacidad visual supera ya los 2.5 millones de personas.
Detrás de estas cifras hay vidas; en este caso, de personas que tienen derecho de acceder a un empleo y poder llevar una vida autónoma. Para ayudarles a conseguirlo, hemos puesto en marcha, junto con la Fundación ONCE América Latina (FOAL), el programa ÁGORA. Se trata de un proyecto que otorga becas a personas con discapacidad visual para que realicen prácticas laborales en empresas. El programa actúa en diez países de Latinoamérica. Uno de ellos es México.
¿Cómo funciona?
Para seleccionar a los candidatos, se parte desde la oferta, siendo los candidatos con discapacidad visual los que se ajusten a la posible vacante. De este modo, el primer paso es realizar una prospección de las empresas que estén dispuestas a tener una experiencia inclusiva y, dentro de ellas, analizar qué puestos de trabajo concretos estaban necesitando.
Con base a las vacantes identificadas, se extraen las tareas y las competencias que se requieren para el puesto. De acuerdo con estas necesidades, se buscan los mejores candidatos en la base de datos del Programa ÁGORA. Finalmente, se derivan los perfiles elegidos a las empresas para la realización de los procesos de selección. Una vez hecha la selección, se pone en marcha el acompañamiento que brinda el Programa ÁGORA en tres ámbitos: asesoramiento a la empresa, seguimiento a los usuarios del programa y adaptación del puesto de trabajo.
Todos ganan
En MAPFRE México, fueron seleccionadas cuatro jóvenes con baja visión para realizar su pasantía laboral. Las prácticas han durado 6 meses, y la experiencia ha sido tan positiva que dos de estas becarias se han incorporado a la plantilla de la empresa.
En palabras de Cristal Vargas, coordinadora nacional en México y representante del programa Ágora en Latinoamérica, “Dar a las personas que salen de la escuela, en el último grado, la oportunidad de trabajar en una empresa les fortalece, les da seguridad y confianza. Y nosotros damos esa misma confianza a las empresas, les trasmitimos que sí se puede. Aceptar a nuestros estudiantes como becarios, puede estar abriendo las puertas a la contratación de un gran profesional”.