Ante fenómenos meteorológicos, ¡cuida tu patrimonio!
México es un país en el que año con año está expuesto a fenómenos meteorológicos, tales como: ciclones y tormentas. Distintas zonas del territorio nacional experimentan constantes riesgos ante este tipo de eventos imposibles de predecir.
Según la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), para este 2022 el país se verá afectado por 20 sistemas, de los cuales 12 serán tormentas tropicales, mientras que cinco se convertirán en huracanes categorías 1 y 2; aunque también se prevén otros tres en categorías 3,4 y 5.
Las ciudades costeras, así como en las viviendas que se ubican en las montañas, deberían contar con esquemas de protección para los efectos causados por estos fenómenos.
Sin embargo, las personas no ven este tipo de pólizas como una medida para prevenir afectaciones económicas a futuro, más bien lo consideran como un “gasto”, este es un paradigma que se necesita cambiar para proteger nuestro patrimonio.
La cultura del seguro no está muy arraigada en la población mexicana, tan sólo 6.5 por ciento de las viviendas en el país cuentan con algún tipo de seguro, en un universo de 35.3 millones de viviendas, según datos de la Encuesta Nacional de Vivienda de 2020.
Pero no sólo se trata de los fenómenos hidrometeorológicos, porque también los hogares están bajo otros riesgos, tales como: incendios, explosiones, robos, deslaves, inundaciones y hasta daños por erupciones volcánicas.
No es lo mismo vivir en el centro, norte o sur del país, pero es importante conocer los tipos de riesgos que se tienen alrededor y sobre todo dimensionar el impacto para tu patrimonio.
Mito o realidad: ¿Toda vivienda requiere un seguro?
Según la Encuesta Nacional de Vivienda 2020, los principales problemas estructurales en los hogares fueron por humedades y filtraciones de agua en cimientos, muros o techos, con 44.2 por ciento.
A estos le siguen las grietas o cuarteaduras en techos o muros, las cuales se presentaron en 40.8 por ciento de las viviendas, pandeos o deformaciones en marcos de puertas y ventanas, se registraron en 16.2 por ciento, y finalmente, levantamiento o hundimiento, con 14.8 por ciento.
Si estas afectaciones a la larga no se atienden pueden causar que el inmueble se vea severamente dañado por algún fenómeno que se presente.
Parte esencial de que lo anterior no ocurra, es el mantenimiento a la vivienda, una medida preventiva que ayuda, pero en la cual las personas deben contar con una buena asesoría para contratar pólizas de acuerdo a las necesidades reales de sus localidades.
Recordemos que no todas las viviendas están en ciudades grandes y medianas, por lo que tu asesor además de identificar las necesidades de las comunidades, deben proporcionar la información adecuada y las mejores opciones en cada situación.
De ahí que las aseguradoras cuentan con productos adecuados a las necesidades específicas de las personas, así como a las condiciones del mercado donde se ofrecen, pues queda claro que no todas las viviendas y personas tienen características idénticas.
Las aseguradoras buscan ofrecer una variedad de productos que satisfagan las necesidades de la población acorde al tipo de riesgos al que puedan enfrentarse. Todo esto en beneficio de las personas y para protegerlas de una mejor manera.
Ante este panorama, la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) refiere que al contratar un seguro de vivienda se tome en cuenta que esta póliza es un contrato legalmente establecido, donde la aseguradora se compromete al cumplimiento de ciertas acciones y condiciones.
Además de que las personas deben conocer qué es lo que les cubre y que no, por eso es importante el asesoramiento antes de hacerse de una póliza.
Toma en cuenta que en el país, cada año existe un sinnúmero de eventos naturales que podrían poner en riesgo tu patrimonio y a tu familia. Asegura tu patrimonio.