Sistemas de salud: un análisis global
El pasado lunes 8 de julio presentamos el informe “Sistemas de salud: un análisis global”, estudio que propone el Indicador global de Eficacia de los Sistemas de Salud (IESS), el cual busca ofrecer una visión comparativa del grado de eficiencia de los diversos sistemas de salud, a partir de una valoración de indicadores clave que reflejan los efectos positivos de la operación de éstos, tales como: la esperanza de vida al nacer, mortalidad infantil y la mortalidad por enfermedades no transmisibles.
Respecto al análisis del informe, en el contexto mexicano, la esperanza de vida al nacer, uno de los indicadores más frecuentemente utilizados como aproximación al estado de salud de la población de un país, era de 75.4 años en 2017, 5.4 años por debajo de la media de los países de la OCDE (80.8 años). Sin embargo, la esperanza de vida saludable en México se estima en torno a 67.1 años, lo que contrasta con las estimaciones de este indicador para Singapur y Japón de 73.6 y 73.2 años, respectivamente (las mayores a nivel mundial).
De acuerdo con el IESS, Japón, Suiza y Corea del Sur son los 3 sistemas de salud con mayores niveles de eficacia, en términos de los efectos positivos sobre la salud de su población. México por su parte, se sitúa en undécimo lugar de los once países analizados en este informe y 67 en el ranking global, por debajo de otros países latinoamericanos como Chile (29), Costa Rica (30), Uruguay (39), Panamá (45), Argentina (46), Brasil (58), El Salvador (63) y Ecuador (64). En términos de gasto sanitario respecto al PIB, el porcentaje del país se situó en torno al 5.4% en 2017, en tanto que la penetración de los seguros privados de salud en ese año fue del 0.3% del PIB.
Dicho informe seleccionó y evaluó los sistemas sanitarios de 180 países, mostrando las mejores prácticas a la hora diseñar políticas públicas relacionadas con sistemas de salud eficientes. También reveló que estos sistemas no solo son una pieza esencial en su diseño institucional, sino que, además, son indicadores de su nivel de bienestar.
El informe presentó también que, el objetivo de contar con una cobertura universal no siempre implica ofrecer una cobertura gratuita para toda la población, sino subsidiar a los sectores vulnerables y ofrecer un esquema de costos compartidos razonables para el resto de la población. Asimismo, se detectó que el avance hacia el concepto de la cobertura universal ha implicado que se implementen mecanismos complementarios a los previstos en los modelos originales y, que esos esquemas de complementariedad, en general conlleven una mayor participación del sector privado.
Por su parte, Jesús Martínez, CEO de MAPFRE México complementó la perspectiva del mercado asegurador al compartir el análisis sobre las posiciones dentro del Informe Grupos Aseguradores en América Latina durante 2018, comentando: “Mediante el análisis del volumen de primas de los mayores grupos en el mercado asegurador de Latinoamérica, pretendemos dar una visión dinámica del comportamiento del mercado, tanto desde la perspectiva de su crecimiento como de su concentración. En el caso de México, este constituye uno de los principales mercados, mostrando un crecimiento del 3% tanto en moneda local como en dólares”.